La coordinación, ese maravilloso don que nos permite llevar a cabo nuestras actividades diarias con elegancia y precisión, ¡Todo sin ni siquiera pensarlo!

Sin embargo, hay individuos para los cuales poseer una excelente coordinación resulta un auténtico desafío. ¿Alguna vez te han tachado de “torpe” o te han comparado con un elefante en una cristalería? ¡Esos comentarios no te resultarán extraños!

No te preocupes, en este artículo aportaré claridad sobre por qué la coordinación puede ser un auténtico quebradero de cabeza para algunos y cómo pueden enfrentar el problema con determinación para mejorarla de una vez por todas. 😊

Antes de sumergirnos en las soluciones, analicemos qué ocurre en realidad. A continuación, los motivos principales por los que a veces nos vemos “torpes”:

Diferencias en la comunicación cerebro-músculo💪🏽

La coordinación es el fruto de una intrincada relación entre el cerebro y nuestros músculos. Sin embargo, en ciertas personas, esta conexión puede ser menos eficaz o desarrollarse de manera singular (suele ser más bien esta última opción). Esto, a su vez, puede dificultar la realización precisa de los movimientos.

Factores genéticos, lesiones cerebrales o inconvenientes en el desarrollo podrían estar detrás de esto.

Desafíos de equilibrio y propiocepción

El equilibrio y la propiocepción (la habilidad de percibir la posición del cuerpo en el espacio) son fundamentales para una buena coordinación. Algunas personas podrían enfrentar obstáculos para mantenerse equilibradas o tener menor conciencia de su propio cuerpo, lo que afectaría su habilidad para ejecutar movimientos con precisión (nada que no pueda enmendarse con dedicación y esmero).

Factores neuromusculares y sensoriales

Individuos que luchan con problemas neuromusculares o sensoriales, como la dispraxia o trastornos en su desarrollo, a menudo se enfrentan a desafíos considerables en lo que respecta a la coordinación. Estos trastornos interfieren con la capacidad del sistema nervioso para planear y realizar movimientos, lo que resulta en dificultades motrices.

Insuficiente aprendizaje y práctica

La coordinación también mejora mediante la práctica y la experiencia. Algunas personas podrían no haber tenido suficientes oportunidades para desarrollar habilidades motoras en su niñez o tal vez evitaban actividades que requerían coordinación. Esto puede resultar en una destreza menor en esta área.

Influencias psicológicas y emocionales

El estrés, la ansiedad o la falta de confianza pueden afectar negativamente la coordinación en algunos individuos. Las emociones pueden influir en cómo el cerebro guía al cuerpo, lo que puede desembocar en movimientos torpes o carentes de precisión. Pregúntale a los jugadores profesionales cómo se sienten con el público en contra y si eso afecta su precisión. 😉

Ahora que hemos desentrañado algunos misterios detrás de tu “peculiar” coordinación, es hora de solucionarlo con ejercicios creativos que seguramente encontrarás muy provechosos en poco tiempo. ¡En un par de días estarás lanzando flechas como Robin Hood o bailando al estilo de Fred Astaire!

Juegos para equilibrio y coordinación

Participar en juegos que pongan a prueba tu equilibrio y coordinación puede ser una forma divertida y efectiva de mejorar estas habilidades. ¿Has considerado intentar mantener el equilibrio sobre un solo pie durante unos segundos, caminar en línea recta con un pie delante del otro como si estuvieras en una cuerda floja, o tal vez saltar a la comba? ¿Quién dijo que no podríamos organizar una partida de Twister?

Ejercicios de ritmo y movimiento

Dedica tiempo a ejercicios que involucren ritmo y movimiento para afinar la coordinación de tus extremidades. Prueba, por ejemplo, tocar el suelo con un pie y luego con la mano opuesta, alternando lados. También puedes experimentar con ejercicios de “cruzamiento”, donde elevas una rodilla mientras tocas con el codo opuesto.

Baile en la comodidad de tu hogar

Bailar, ya sea en casa o en una escuela de baile, constituye una excelente manera de potenciar la coordinación y el equilibrio. Sigue tutoriales en línea o únete a clases virtuales para aprender distintos movimientos y secuencias de baile.

Pronto os anunciaremos una sorpresa preparada relacionada con este último punto.

Adopta el entrenamiento funcional

El entrenamiento funcional se centra en movimientos que imitan actividades cotidianas. Ejercicios como levantar objetos, torsiones y movimientos multidireccionales pueden mejorar la coordinación en situaciones del mundo real.

Recuerda, la perseverancia y la paciencia serán tus aliados para mejorar la coordinación. Dedica unos minutos al día a estos ejercicios desde casa o incorpora algunos en tu rutina de ejercicios normal para observar avances en tus habilidades de coordinación con el tiempo.

¡Disfruta mientras trabajas en el refinamiento de tus habilidades motrices y coordinativas! 🤸‍♂️🕺

Te invitamos a bailar!

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