Todos los que nos queremos dedicar o nos dedicamos al mundo del espectáculo, y sobre todo las personas que nos exponemos a un gran escaparate como es un escenario o una cámara, hemos pasado alguna vez por un momento de inseguridad.
La visibilidad sobre la salud mental parece estar viviendo su mejor momento desde hace un par de años, y eso es algo a celebrar. Aún así,
¿Es la salud mental y su posible repercusión en el día a día de los artistas escénicos tenida en consideración como debería de ser?
1. -Cultura de la inmediatez🎥
Bailar, cantar, actuar, tocar un instrumento… Todas estas artes, y muchas otras, requieren de gran dedicación, esfuerzo, constancia, tenacidad y paciencia.
Parece que hoy en día todo va rápido: las relaciones, las noticias, el tiempo, la moda… hasta nuestra comida.
Estamos inmersos en esta cultura de la inmediatez que premia lo breve y castiga lo paciente y, honestamente, es un modus operandi al que es fácil acostumbrarse.
En 15 minutos podemos tener nuestra comida favorita esperando en nuestra puerta, cada semana tenemos colecciones de moda totalmente nuevas a nuestro alcance, y hasta podemos conocer multitud de gente nueva con un simple “swipe” y sin movernos de la cama…
No obstante, y muy a nuestro pesar (o no tanto), la realidad no es así. El ser humano, como fruto de la naturaleza, sí podemos acostumbrarnos fácilmente a esta rapidez, pero sería engañarse pretender aplicarlo a todos los aspectos de nuestra existencia.
Las cosas, en el fondo, si queremos que salgan bien, requieren de su tiempo, paciencia, cariño, constancia y atención, y sobretodo si esas cosas son de importancia en nuestra vida, como pueden llegar a ser, por ejemplo, las relaciones interpersonales, ya sea de amistad, familiares o amorosas o, por ejemplo también, el aprendizaje y/o mejora de una habilidad, ya sea dibujar, jugar al ajedrez, tocar el violín o, en nuestro caso, bailar.
2.- Salud mental❤️🩹
La mente de las personas que nos dedicamos al mundo de las artes escénicas puede verse afectada por diferentes motivos (como en cualquier otra profesión, desde luego); pero nuestro caso es particularmente especial, ya que nuestro cuerpo es prácticamente nuestra única herramienta de trabajo.
Al fin y al cabo, esos motivos por los que nuestra salud mental puede verse afectada, en realidad, parecen al final converger en un mismo punto: la exigencia que nos aplicamos a nosotros mismos.
A veces, pecando de prisa, queremos aprendernos demasiado rápido ese ejercicio, esa coreografía o ese salto espectacular. Y a veces, incluso, no sólo queremos aprenderlo rápido, sino que también queremos que salga perfecto lo antes posible,
Quizá todo esto pueda parecer algo crudo de comentar y sobre lo que reflexionar; pero, si preguntamos, muy seguramente a cualquier persona que se dedique o se haya dedicado a las artes escénicas le suene algo de todo esto; por esa misma razón creo que merece la pena hablarlo y arrojar un poco de luz sobre ello.
3.- Somos naturaleza🫀
Volvamos a la reflexión, y que no se nos olvide, de que somos naturaleza.
Propongo que pensemos en nosotros mismos como un árbol (por cursi que pueda parecer).
Para empezar, ese árbol, antes de ser tan majestuoso y estable como es hoy en día, fue una planta pequeña y sin muchas expectativas; pero que con cariño, paciencia y tiempo creció en lo que es ahora.
Por último nos gustaría desearos unas felices fiestas y que hagamos un brindis virtual por un 2023 juntos 🥂